Reconocida hoy en día como una de las mejores empresarias de América, en 1963 Mary Kay Ash abandonó un mundo de hombres, para mostrar un nuevo camino a las mujeres. Hizo crecer su negocio basándolo, no en las reglas competitivas, sino en la Regla de Oro. Mediante su filosofía de “elogiar a las personas en su camino al éxito” e “intercalar cada atisbo de crítica entre dos grandes capas de alabanzas”, esta decidida texana ofreció nuevas oportunidades a mujeres de todo el mundo, creando a su vez una compañía multimillonaria. Y después de casi cincuenta años, su atemporal filosofía centrada en las personas, impulsa la Compañía y continúa repercutiendo en la vida de personas de todo el mundo.
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